El tribunal apreció cierta rigidez en su mirada, rigidez, frialdad, ausencia, pero nada de arrepentimiento tras matar al reverendo y quemar la iglesia de la comunidad; es lo que se merecía tras intentar abusar de su pequeña. Camino de la penitenciaria pudo ver desde el furgón su obra; la iglesia casi derruida aún humeante y en la fachada la frase que escribió. " La única iglesia que ilumina es la que arde ".
Es lo que pasa cuando no encuentras justicia, avisados estamos.
ResponderEliminarUn abrazo Juanjo.
Avisados estamos y a la vista está. Abrazos Miguel.
EliminarYa conocía esa frase final de tu relato y siempre me pareció muy ingeniosa y también bastante exacta. Ahora cierra muy bien tu micro sobre abusos y venganzas.
ResponderEliminarSi, esa última frase no es mia pero me apetecía colarla. Gracias por tu comentario.
EliminarCuando nos tocan y de esa manera a un hijo, creo que cualquiera de nosotr@s haría otro tanto. Mde ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Pienso igual nani. Gracias por tu comentario. Un beso.
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