sábado, 22 de febrero de 2014

ENTERRANDO EL PASADO

Y allí sigue, en silencio, acumulando polvo, junto al proyector de cine, el barco pirata y la nave espacial; allí sigue aquel muñeco, él que aterrorizaba mis noches con su mirada en la penumbra de mi habitación cuando era niño; con aquella sonrisa diabólica que veía incluso con los ojos cerrados. Pero hoy; después de que te arranque los ojos con el destornillador, te queme con el soplete y te entierre en el jardín, quiero ver si sigues sonriendo; hoy, treinta años después, acabará todo.

sábado, 15 de febrero de 2014

EL HUERTO

Había brotado,  en medio del huerto,  un imponente piano de cola;  parecía un programa de esos de cámara oculta pero me senté en aquella butaca y empecé a tocar; a los pocos segundos sentí las primeras gotas de lluvia en mi cara mientras aquel huerto cobraba vida; las cebollas lloraban emocionadas y los tomates me sonreían con sus carrillos sonrojados mientras yo tocaba y tocaba sin parar. Este fue el último sueño que le conté a mi psicólogo,  antes de que me devolviera mi dinero y me pidiera que no volviese más por su consulta.

sábado, 8 de febrero de 2014

CENA PARA DOS

Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos; los dos de su difunto marido; todavía no se había acostumbrado a su ausencia a la hora de cenar, incluso echaba de menos el repugnante olor de su interminable puro. Se disponía a cenar cuando un escalofrío le recorrió la espina dorsal y la llama de aquella lámpara de aceite cambió de forma e intensidad; volvió a colocar los dos cubiertos en la mesa y sonrió sabiendo que nunca más volvería a cenar sola.