sábado, 22 de febrero de 2014

ENTERRANDO EL PASADO

Y allí sigue, en silencio, acumulando polvo, junto al proyector de cine, el barco pirata y la nave espacial; allí sigue aquel muñeco, él que aterrorizaba mis noches con su mirada en la penumbra de mi habitación cuando era niño; con aquella sonrisa diabólica que veía incluso con los ojos cerrados. Pero hoy; después de que te arranque los ojos con el destornillador, te queme con el soplete y te entierre en el jardín, quiero ver si sigues sonriendo; hoy, treinta años después, acabará todo.

6 comentarios:

  1. Tío, que ojos, si necesitas ayuda para rematarlo pégame un toque, je je. Hoy las voy a tener yo las pesadillas, ya verás, je je.

    Abrazos Juanjo.

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  2. Si que entran ganas de darle la de el pulpo ¿ verdad? Un abrazo Miguel.

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  3. El relato sugiere un muñeco inquientante, pero la ilustración es de terror puro. Es que hay juguetes que no se quien los habrá diseñado, porque traumatizan seguro.
    Abrazos.

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  4. ...y el niño creció y comenzó a rendir cuentas. Pues muy bueno Juanjo. Con lo complicado que es dar miedo y tu lo has conseguido en 66 palabras. Enhorabuena. Mucha suerte para la semana que viene :)

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  5. Hola, Juanjo.

    Pobre muñeco, con la cara tan dulce que tiene, jajaja.
    Muy bueno y no tan descabellado porque hay muñecos que dan pavor.
    Un abrazo

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  6. Ufff no me extraña que el protagonista hiciera todo eso! A mí estos muñecos me dan muuucho miedo!! jeje. Nunca es tarde para rematarlos!!
    Suerte para la próxima Juanjo!!
    ;)

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